1981 viví en Touluse y me enamoré de un francés como suelo enamorarme, lo amé como suelo amar, lo sentí como suelo sentir, lo dejé como suelo dejar, me arrepentí como suelo arrepentirme, miré atrás como suelo mirar y un día encontré una estatua de sal perdida en el tiempo...
Touluse... fuiste tu la que me mostraste que la magia existía y que la alquimia fue inventada para curar el mal de amores, fuiste tu la que secretamente me llevaste a descubrir los elixires de Nostredamus... y me enseñaste a preparar la sublime mixtura de flores y aceites para limpiar la piel del cuerpo después de un largo viaje, receta bastante practicada por las mujeres de Corinto y Thesalonia.
Touluse fuiste tu también la que me enseñaste como curar el mal de amores, después de mi tristeza por el amor que había dejado y aprendí a sobreponerme a esta extraña dicotomía, que es como aprender a hacer jalea transparente de ceresas amargas y hacerlas brillar con un rojo de rubi encarnado y dejaste que mi alma se consuele en la búsqueda desesperada de delirio incansable de un día estar inmunizada a las tristezas que producen los amores perdidos. Touluse te recuerdo altiva con las cornucopia s de tus palacios antiguos , con tu azucarada forma de nombrar las calles la mía se llamaba "rué de la ponme"... calle de la manzana, tus patios medievales hospedando bereberes, y tus calles de adoquines aguantando el peso de los años, tu ciudad enclavada entre viñedos y pecados cometido en las cruzadas, envejeces sin sombra sin remedio y te quedas en el pasado de mi vida, tu sombra no es más mi porvenir pero te agradezco como sea esta mañana que recuerdo otra vez cómo hacer para curar este mal de males......este mal de amores perdidos....
No comments:
Post a Comment